16 de mayo de 2008

Bukowski, Lorca y Morente. Lo infantil - visionario.


hielo para las águilas
Bukowski

aún recuerdo los caballos
bajo la luna
aún recuerdo dar a los caballos
azúcar
terrones de azúcar blancos
casi como de hielo,
tenían cabezas
como de águila
peladas cabezas que podían morder
y no lo hacían.

los caballos eran más reales
que mi padre
más reales que Dios
y podían haberme pisado
pero no lo hicieron
podían haberme hecho cualquier cosa horrible
pero no lo hicieron.

yo aún tenía 5 años
pero me acuerdo;
dios mío qué fuertes y buenas
aquellas lenguas rojas que babeaban
desde sus almas.

Es cierto lo que conté.
Sabíamos que a mi hermano le gustaban especialmente los animales, desde el momento en que nació. Traía a casa los pájaros heridos, y los cuidaba hasta devolverlos al parque. Había una comunicación en un idioma para el que yo era sorda y muda. Una manera de tocar, qué sé yo, yo no sé de esas cosas. Yo ya estaba en mi primer año en el colegio pero él aún no sabía hablar. Era un niño tranquilo. Pero vio aquel juguete absurdo, Mi Pequeño Pony, en la balda del supermercado, y estuv llorando durante días. Mis padres se extrañaron; no solíamos pedir nada. Yo en realidad entendía que él quería el animal, el concepto, el pony platónico, pero que aún no se sabía la palabra. Mis padres discutieron porque era un juguete de niña, pensaron que ahí residía el magnetismo. Y yo no dije nada. Por eso lo recuerdo.
Y recuerdo que pasaron meses, hasta las Navidades, y el paquete rosa del Pequeño Pony centelleaba en la cesta de los Reyes Magos.

J lo guardó toda su infancia en un lugar de su cuarto.
Ahora es cierto que es veterinario. Especialista en caballos. Nada que ver con la purpurina y aquella cola arcoiris. El día en que asistió el primer parto, callado como es, me llamó a las dos de la mañana. Hacía meses que no hablábamos. Por fin atiendo la vida, dijo. Yo volví a callar. Un caballo es más real que Dios, que una nación, que un padre.
Anexo 1.
II
Poeta en Nueva York, Lorca
Yo.
Con el hueco blanquísimo de un caballo,
crines de ceniza. Plaza pura y doblada.

Yo.
Mi hueco traspasado con las axilas rotas.
Piel seca de uva neutra y amianto de madrugada.
Toda la luz del mundo cabe dentro de un ojo.Canta el gallo y su canto dura más que sus alas.

Yo.
Con el hueco blanquísimo de un caballo.
Rodeado de espectadores que tienen hormigas en las palabras.

En el circo del frío sin perfil mutilado.
Por los capiteles rotos de las mejillas desangradas.
Yo.
Mi hueco sin ti, ciudad, sin tus muertos que comen.Ecuestre por mi vida definitivamente anclada.
Yo.
No hay siglo nuevo ni luz reciente.
Sólo un caballo azul y una madrugada.


Entre otras cosas, me gusta Poeta en Nueva York por sus caballos simbólicos.

Anexo 2. Enrique Morente vs Cohen.
Ya tenemos las entradas para ver a Morente con Lagartija Nick el 21 en La Riviera. Es un concierto parte de la nueva gira Omega, con motivo de la remasterización. No hay nada igual a este disco, lo digo con sinceridad. Una versión jondo-rock de Poeta en Nueva York, de Lorca, que incluye versiones del tema que Cohen realizó sobre el mismo libro: Pequeño Vals Vienés, y una versión de los temas de Cohen Manhattan y Aleluya.
Hace poco publicaron una entrevista en El País, y también podéis descargarlo en su web.

Nuestro profesor de Literatura de COU nos entregó como último poema del curso antes de Selectividad "Fábula y Rueda de los Tres Amigos". Lo hizo como punto final de una sucesión progresiva y lineal de corrientes literarias, y como demostración de que se había llegado al sinsentido, algo incomprensible, opaco. Le recuerdo en el estrado, con el ambiente caluroso y hormonado, enfadado consigo mismo y con sus amarillentas notas en la mano, gritando "un ciervo sueña por el ojo de un caballo... !de un caballo!, ya me diréis qué siginificado tiene".

Anexo 3
Mirad. Y esto también.

6 comentarios:

Dama Atómica dijo...

La historia de J me fascina.

Beso

eme dijo...

Un abrazo, gran dama.

noventaynueve dijo...

el video del caballo es terrible. menos mal que no compramos aquella máscara en el mercado de navidad de la plaza mayor.

eme dijo...

jejejeje, es verdad, qué perra me entró con la cabeza de caballo...

el vídeo es extrañísimo, pero tiene su punto.

Anónimo dijo...

A IMAGEN DE LA VIDA

Qué niño irá a caballo pensativo
hacia el mar insondable
para contarnos una dura historia
de despojos guerreros y de hambre
como aquel mediodía que revive
aún hoy
bajo los cascos sollozantes.
Tal vez la vida sea para otros
asunto menos grave
música que escuchamos desplegada
dulcemente en el aire
larga espera en la seguridad
de que el tren llegará temprano o tarde.
Mas para mí no puede ser sino dolor
hecho a su imagen.
Mi porvenir y mi principio
son una misma escena inolvidable
el mar que emerge eternamente
al fondo de una calle
y un niño y un caballo derribados
tragados por el oleaje.

carlos sahagún

Txe Peligro dijo...

pero, esto ha cambiado mucho!

 
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